El emblemático Teatro Municipal de Lima -cuya restauración y puesta en valor inició hoy la municipalidad capitalina después de que un incendio consumiera sus instalaciones en 1998- se convertirá en 2010 en el más moderno y hermoso recinto de estilo clásico de Latinoamérica. Así lo afirmó hoy la arquitecta Flor de María Valladolid, presidenta de la Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima (Emilima), quien precisó que los ambientes del coliseo teatral serán ampliados y modernizados con una inversión de 30 millones de soles.
Dichos recursos provendrán de los fondos municipales y, en gran medida, de la recaudación obtenida por las visitas a las fuentes del Circuito Mágico del Agua, indicó la funcionaria, al señalar que este tradicional teatro mantendrá su diseño clásico y condiciones originales.
Dichos ambientes conjugan el estilo renacentista italiano en la sala de espectadores; con el estilo afrancesado de Luis XVI en otros ambientes; mientras que las escaleras de mármol mantendrán su estilo imperial y la fachada seguirá los lineamientos del barroco, anotó.
“La decoración será estilística, artística y escultórica. Se reconstruirá la caja escénica, donde incorporaremos tecnología de punta en mecánica teatral, iluminación escénica y conjugaremos armoniosamente la tecnología moderna con el estilo clásico.”
Valladolid agregó que este tradicional recinto teatral -que consta de unos siete mil metros cuadrados de extensión- también contará con telones contra incendios, fosas para las orquestas musicales, y luminosas farolas para alumbrar los espectáculos.
Igualmente, se prevén instalar mil 181 modernas y cómodas butacas para los espectadores, tanto en la zona de platea como en las galerías, palcos y en la plazoleta central. En tanto que el estacionamiento será amplio y tendrá una capacidad para albergar a 150 vehículos.
Hoy comenzaron los trabajos de limpieza y retiro de moldes para confeccionar las réplicas de algunas estructuras, obras que que durarán unos dos meses, para luego iniciar la reconstrucción de la caja escénica, que permitirá recuperar el esplendor de este tradicional teatro limeño.
Añadió que diversos estudios efectuados por ingenieros especialistas permitieron determinar que el incendio ocurrido en agosto de 1998 no comprometió la solidez de las estructuras del teatro, por lo que las faenas de trabajo se centrarán en la restauración y modernización.
“Tendremos el teatro clásico más hermoso de Latinoamérica con tecnología de punta. Permitirá espectáculos de alto nivel como corresponde al más grande ícono cultural del país. Se modernizará la parte acústica, electromecánica, la luminosidad escénica y la mecánica teatral.” En la ejecución de este ambicioso proyecto para restaurar el teatro capitalino, ubicado en la segunda cuadra del jirón Huancavelica, participarán unos 200 trabajadores especializados en la materia, y se desplegarán diversos equipos y maquinaria especializada.
Historia
En 1915, Manuel María Forero, tacneño de nacimiento, se encargó del diseño y la construcción de esta obra, seleccionando los mejores materiales en el extranjero y dirigiendo personalmente la construcción del recinto, que inicialmente llevaría el nombre de teatro Forero.
Con ese nombre, este importante teatro se inauguró el 28 de julio de 1920 con la temporada de la Gran Compañía de Ópera Italiana, de Adolfo Bracale, en la que se pusieron en escena los cuatro actos musicales de la conocida obra “Aída”, del maestro italiano Giuseppe Verdi.
A mediados de 1929, el Teatro Forero fue adquirido por la Municipalidad Metropolitana de Lima, tras lo cual su nombre fue cambiado por el de Teatro Municipal, mediante una Resolución de Alcaldía del 15 de junio del mismo año.
Durante ocho décadas, el Teatro Municipal fue considerado la “caja de resonancia de la cultura universal”.
La música sinfónica y de cámara; los recitales de ilustres solistas, el drama y la comedia, el ballet clásico, la danza popular y la poesía declamada llenaron el recinto con sus ricos contenidos.
El 2 de agosto de 1998 se produjo un voraz incendio que dejó al teatro como un “cascaron ovalado y vacío”, según declaraciones del arquitecto mexicano Alejandro Luna, quien fuera recomendado por la Unesco para asesorar al municipio limeño en la reconstrucción.
Se trató de un “incendio sabio”, mencionó, debido a que no dañó la parte más importante del teatro, la sala.
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